Desde su génesis, el mindfulness nació como una práctica que buscó afrontar el sufrimiento, es decir posee un sentido terapéutico.
Una sobreexposición a estos rayos puede ocasionar graves daños en la piel humana. Estos se subdividen en tres categorías.
- Rayos UVA: Se asocian al daño de la piel a largo plazo.
- Rayos UVB: Tienen un poco más de energía que los UVA y se asocian a las causantes de quemaduras de sol.
- Rayos UVC: A pesar de tener más energía que los nombrados anteriormente, estos no penetran la atmósfera.