La Programación Neurolingüística es una disciplina que trata de explicar cómo funciona nuestro cerebro y definir sus patrones mentales, facilitándonos el conocimiento de nosotros mismos y permitiéndonos cambiarlos utilizando determinadas técnicas con el objetivo de optimizar nuestra capacidad de comunicación.
Aprendiendo cómo procesamos la información, podemos descubrir nuestros patrones y cambiarlos con determinadas técnicas específicas como, por ejemplo, la visualización, los reencuadres, la línea del tiempo, el cambio de historia, etc.
A través de la Programación Neurolingüística (PNL), adquirimos consciencia del lenguaje y de la importancia de su buen uso. Nos da la llave para comunicarnos de forma eficaz en nuestras relaciones personales, y también nos ayuda a romper nuestras limitaciones y lograr profundos y duraderos cambios en nosotros.
Orígenes de la PNL
La desarrollaron Richard Bandler (informático y psicoterapeuta) y John Grinder (catedrático universitario de lingüística) en los años 70, en la Universidad de Santa Cruz en California.
A través de esta investigación, empezaron a sistematizar los patrones mentales similares e identificaron, en aquel grupo de personas, patrones de excelencia para que pudiesen ser utilizados por cualquier otra persona y obtener, de esta manera, resultados semejantes.
A esta disciplina la llamaron Programación Neurolingüística por las siguientes razones:
Programación: por las matemáticas y la cibernética, porque estamos programados por nuestros recuerdos y aprendizajes, por nuestras experiencias y creencias. Tenemos programas mentales y patrones de comportamiento.
Neuro: por la neurología, porque podemos desactivar estos programas ejecutados por redes neuronales y activar otros programas más positivos.
Lingüística: por la importancia del uso del lenguaje y de sus metamodelos lingüísticos (sistema de preguntas que permiten alcanzar un conocimiento más profundo de la persona y de sus patrones).
Utilizaron la técnica del modelado – la observación y sistematización de procesos para recrear estos comportamientos de éxito específicos. Sistematizaron los patrones para lograr que cualquier persona pueda aprenderlos y llegar a resultados exitosos similares.
El metamodelo lingüístico de la PNL
Bandler y Grinder escribieron el primer libro de PNL en 1975 “La estructura de la Magia”, en el que desarrollaron su teoría del Metamodelo del Lenguaje antes citado (una serie de patrones sintácticos básicos que identifican expresiones de la comunicación verbal que pueden limitar nuestra realidad).
Este metamodelo también llamado modelo de precisión, que nos permitirá, a través del lenguaje, profundizar en el conocimiento de la persona y de su mapa mental, consta de 12 patrones que se dividen en 3 categorías:
Omisiones,
distorsiones y
generalizaciones de la información.
Omisiones
Somos selectivos y prestamos atención a parte de la información y descartamos otra parte que creemos que no es importante.
Distorsiones
Entendemos la información según nuestro propio mapa y muchas veces la cambiamos y la entendemos erróneamente.
Generalizaciones
Sacamos conclusiones generales basadas en experiencias anteriores para entender la realidad. Son la base de los procesos básicos de aprendizaje.
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