Para poder utilizar la energía nuclear, primero hay que liberarla. Hay dos formas de hacer esto: la fusión nuclear y la fisión nuclear.
La fusión nuclear libera energía al fusionar dos átomos en un átomo más grande. El sol y todas las demás estrellas luminosas utilizan esta reacción nuclear para producir energía y emitir rayos. Cuando los átomos se dividen en átomos más pequeños, es la fisión nuclear. Este proceso también libera energía, que las personas utilizan principalmente en las plantas de energía nuclear para generar electricidad. Sin embargo, además de la energía, también se produce radiación radiactiva, lo que representa un peligro para las personas y el medio ambiente. En consecuencia, se deben tomar ciertas medidas de protección. En ambas reacciones nucleares, los átomos pierden algo de masa.
Ventajas de la energía nuclear
El uso de la energía nuclear reduce el consumo de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo. Esto también da como resultado menos emisiones de gases nocivos como el dióxido de carbono. Además, la energía nuclear requiere poco combustible para generar grandes cantidades de energía. Esto no solo reduce el consumo de materias primas, sino también los costos para su extracción, transporte y procesamiento. Además, como alternativa a los combustibles fósiles, la energía nuclear mejora la calidad del aire y no contribuye al calentamiento global. Las fluctuaciones de precios a las que están sujetos los combustibles fósiles como el petróleo existen solo en pequeña medida gracias a la producción constante de energía.
Desventajas de la energía nuclear
La principal desventaja de la energía atómica es la radiación radiactiva que se libera durante la fisión nuclear. Los accidentes nucleares de Chernobyl y Fukushima han demostrado las devastadoras consecuencias que puede tener un accidente nuclear. Además, la eliminación de los desechos radiactivos es muy complicada y peligrosa porque estos desechos tardan siglos en dejar de emitir radiación radiactiva. Dado que los reactores nucleares solo tienen una vida útil limitada, se deben construir nuevas plantas de energía nuclear una y otra vez, lo que a su vez cuesta mucho dinero.
Otro peligro proviene de la industria armamentista. Las armas nucleares solo se usaron una vez, a saber, en la Segunda Guerra Mundial cuando se lanzaron bombas atómicas sobre Nagasaki e Hiroshima. Pero siempre existe el riesgo de que los estados continúen utilizando la energía nuclear con fines militares en el futuro, a pesar de los diversos tratados nucleares.
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