Cuando hablamos de residuos es inevitable preocuparse por un problema de escala mundial, el de su alto volumen y su contaminación al medio ambiente. Un problema que con el desarrollo industrial se ha visto incrementado considerablemente y contra el que hay que luchar.
LA GENERACIÓN DE RESIDUOS PELIGROSOS Y NO PELIGROSOS
Tanto a nivel industrial como doméstico, los residuos generados diariamente, como las aguas residuales, suponen uno de los mayores trastornos ambientales de nuestra sociedad.
La gestión de los residuos se antoja como elemento fundamental a la hora de colaborar en la reducción del impacto de estos en el medio ambiente.
Una gestión apropiada de los residuos contribuirá al desarrollo sostenible gracias a la reincorporación de estos residuos al medio como recursos que ayudarán al ahorro de materias primas o a la conservación de recursos de origen natural.
Por contra, una gestión inadecuada provocará un aumento de la contaminación medioambiental en medios naturales, afectará al cambio climático y a la salud del ser humano.
De todos los residuos, aquellos considerados como peligrosos son los que deben ser tratados y gestionados de una manera especial por contener componentes inflamables, corrosivos, tóxicas o químicos particularmente nocivos para el medio y la salud humana.
¿CUALES SON LOS RESIDUOS MÁS CONTAMINANTES?
A la hora de clasificar los residuos peligrosos podemos distinguir varias categorías según su nivel de toxicidad.
LOS METALES PESADOS: PLOMO, MERCURIO, ALUMINIO, ETC.
En primer lugar encontraríamos los metales pesados que son aquellos que provocan unos mayores perjuicios para el medio ambiente debido a que su eliminación es altamente complicada.
Un metal pesado es aquel elemento que tiene una densidad igual o superior a 5gr/cm3. El ser humano en su actividad diaria aumenta la concentración de metales pesados en el suelo, lo cual resulta muy tóxico para flora y fauna, y también para el ser humano.
Algunos metales pesados pueden ser el plomo, el mercurio, el cadmio u otros como el berilio o el aluminio.
Las actividades humanas que los generan pueden ser la actividad industrial, agrícola, el transporte, sectores como la construcción, la minería o la fundición. Incluso a nivel domestico, la basura humana contiene metales pesados en una pequeña proporción.
LOS CONTAMINANTES CLÁSICOS
Por su parte, los llamados contaminantes clásicos cuentan con una menor toxicidad que los metales pesados pero se generan en mayor cantidad.
Entre ellos se encuentran el Dióxido de carbono, gran responsable del calentamiento global. El Cloruro de Hidrógeno, soluble al agua y culpable de la formación de brumas ácidas. El Óxido de Nitrógeno que afecta directamente al ozono. También, otras partículas solidas de gran peligrosidad para el cuerpo humano. Plantas industriales o transporte generan la emisión de estos residuos altamente contaminantes por aire, agua y suelo.
LOS COMPUESTOS ORGÁNICOS SINTÉTICOS
En último lugar, dentro de la clasificación de residuos más contaminantes, podemos encontrar los llamados compuestos orgánicos sintéticos. Estos se encuentran en un gran número de productos químicos de distintos usos, como carburantes, plásticos, plaguicidas, disolventes, detergentes o pinturas. Son altamente tóxicos y contaminantes y provocan graves daños a la salud del ser humano.
Se encuentran en gran cantidad en los residuos generados a diario tanto en desechos, basuras domésticas como a nivel industrial, sanitario, etc.
LA IMPORTANCIA DE UNA GESTIÓN DE RESIDUOS ADECUADA
Una gestión de residuos, en especial de aquellos residuos peligrosos y contaminantes debe ser llevada a cabo por una empresa especializada y autorizada para tal fin.
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