En la vida cotidiana, muchas personas ahora prestan atención a la sostenibilidad. Pero en vacaciones, el tiempo de relajación, muchos dejan pasar este objetivo. ¿A qué pueden prestar atención los turistas para viajar de la manera más responsable posible?
Cuando piensas en el turismo de masas, a menudo te viene a la mente la imagen de playas llenas de gente. Por ejemplo, en la costa de Mallorca en agosto, donde los bañistas primero tienen que hacer slalom entre varias filas de toallas para llegar al agua. Este tipo de turismo concentra grandes grupos de personas en un mismo destino, lo que pone a prueba la capacidad del lugar.
En un principio, el fenómeno del turismo de masas sólo se daba en ciudades costeras como Palma de Mallorca. Con el tiempo, el sector de los viajes se ha desarrollado, los vuelos se han vuelto más baratos y el turismo masivo se ha desplazado cada vez más a otras áreas, como ciudades ( Londres es la ciudad más visitada de Europa), lugares culturales (por ejemplo, Machu Picchu en Perú) o áreas naturales ( como las Cataratas del Iguazú en la frontera de Brasil y Argentina).
Los problemas del turismo masivo
El turismo masivo no solo afecta el medio ambiente: también puede tener consecuencias económicas para la región afectada, con los precios de los productos y servicios aumentando debido a la fuerte demanda. Como resultado, el costo de vida de los lugareños puede volverse más caro.
El turismo masivo también puede causar daños en la vida cotidiana de las personas. Por ejemplo, puede haber una pérdida de la cultura local cuando los grupos indígenas ya no realizan sus actividades habituales y en su lugar venden recuerdos a los turistas. Los hoteles y los apartamentos de vacaciones pueden cambiar el paisaje urbano de las metrópolis más transitadas y poner patas arriba distritos enteros.
¿Qué significa un viaje sostenible?
Hoy no solo somos más sensibles a los problemas ambientales, sino también a los problemas sociales y culturales. Como reacción al turismo de masas surgió el turismo sostenible, también llamado ecoturismo, compatible con el medio ambiente y la sociedad o turismo amable.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) define el turismo sostenible como "una entidad que tiene plenamente en cuenta los impactos económicos, sociales y ambientales actuales y futuros para satisfacer las necesidades de los visitantes, la industria, el medio ambiente y las comunidades anfitrionas".
Según la OMT, el turismo sostenible no solo puede conducir a una mejor experiencia de viaje. Ayuda a crear puestos de trabajo, mejorar el bienestar de la población local y proteger la naturaleza y la cultura.
Por estas razones, los organismos internacionales están proponiendo pautas para hacer que la industria del turismo sea más sostenible. Las directrices de las Naciones Unidas se basan en tres pilares: Los operadores turísticos y los turistas deben, por lo tanto,
- conservar los recursos ambientales,
- Respetar la cultura de las comunidades de acogida y
- promover la economía y contribuir a la reducción de la pobreza.
Estos principios ayudan a planificar y diseñar viajes de forma más sostenible.
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