La publicidad es una forma de comunicación que intenta incrementar el consumo de un producto o servicio, insertar una nueva marca o producto dentro del mercado de consumo, mejorar la imagen de una marca o reposicionar un producto o marca en la mente de un consumidor.
Esto se lleva a cabo mediante campañas publicitarias que se difunden en los medios de comunicación siguiendo un plan de comunicación preestablecido.
Publicidad tradicional
- Vallas publicitarias. Se encuentra siempre en el exterior, en zonas visibles donde hay una gran afluencia de gente. Las vallas publicitarias son la opción más destacada de promoción de información o servicios junto con los posters, lonas, o carteles que se pegan en las calles.
- Publicidad impresa. Es aquella que se realiza por medio de periódicos, revistas, flyers, entre otros.
- Publicidad en televisión. Es utilizada por las grandes marcas debido a su elevado coste de producción y ejecución. Por ejemplo: los spots, reportajes, comerciales, cortometrajes y patrocinios.
Publicidad moderna
- Publicidad online. Es una opción recomendada para los emprendedores y empresas locales, por su bajo coste. Por lo tanto, en el internet se puede hacer publicidad en las siguientes plataformas: redes sociales, email marketing, canales de vídeo, publicidad SEM, Display y retargeting.
- Publicidad radiofónica. Utiliza dos medios, las emisoras de radio y, el novedoso, podcast.
- Recomendación boca a boca. Se realiza por vía oral o escrita en internet, trata de la recomendación de servicios, opiniones o comentarios cuando se ha utilizado una determinada marca.
- Telemarketing. El tipo de publicidad se difunde a través del teléfono. Es decir, el usuario recibe una llamada donde se le intenta persuadir para que proceda a comprar un producto, o cambiar de compañía telefónica.
La publicidad es una forma creativa de entregar mensajes a las personas adecuadas y del modo más rentable posible. Además de informar acerca de un producto, cumple otras funciones, como las que veremos a continuación.
La función económica:
La publicidad activa el consumo: hace vender el producto al mayor número de personas posibles. De esta manera, hace posible que el circuito económico no se rompa.
La función financiadora:
La publicidad contribuye a financiar los medios de comunicación. Un diario o una revista necesitan que sus páginas lleven publicidad para poder llegar a los lectores a precios accesibles. Esta función puede resultar un instrumento de presión ideológica o política, en el sentido de que, en un momento determinado, puede condicionar económicamente a un medio de comunicación.
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