La primera práctica para que el bebé fortalezca sus órganos fonoarticuladores es la lactancia materna.
Los ritmos de aprendizaje de los niños son distintos, ningún niño aprende a gatear o hablar o caminar al mismo tiempo que el otro.
Justamente por esto los padres cuando sienten que su hijo va más atrasado en la adquisición del lenguaje, se preguntan ¿debo llevar a mi hijo a un fonoaudiólogo o sólo va un poco más lento que el resto?
A continuación resolveremos algunas de las dudas más comunes en torno al retraso en el lenguaje.
La primera práctica para que el bebé fortalezca sus órganos fonoarticuladores es la lactancia materna, pues al hacer el ejercicio de succionar fortalecen aquellos órganos que intervienen en el proceso del habla: labios, lengua, tráquea y músculos de la mandíbula.
Otra práctica que favorece el fortalecimiento de estos órganos es la incorporación de papillas (en torno a los cinco y seis meses) y posteriormente de los picados, ya que el mismo proceso de comer ayudará al niño en la evolución del habla.
¿Cuál es el aprendizaje esperado?
Entre 0 y 2 meses: Los niños emiten sonidos variados, sobre todo vocales.
Entre 2 y 4 meses: Balbucean sonidos como “gu”, “pa” y “ta”.
Entre los 5 y los 12 meses: Utilizan más variaciones de sonidos y puede subir y bajar el volumen de la entonación.
Desde los 12 meses: Reconoce algunas palabras que se emplean a menudo y dice sus primeras palabras.
Entre los 14 y 18 meses: Dice mamá, papá, sí, no y puede incorporar algún verbo (como jugar) y algún adjetivo (como lindo). Por supuesto que en esta etapa la pronunciación no será la mejor pero sí se podrá reconocer con facilidad la palabra.
Entre los 18 y 24 meses: Puede formar frases simple de dos o tres palabras, como por ejemplo, quiero mi papa.
Entre los 2 y los 3 años: Hacen preguntas, emplean muchos verbos y su vocabulario está en torno a las 200 y 300 palabras.
Entre los 3 y los 5 años: El niño ya es capaz de contar una historia, pronuncia mejor aunque puede tener algunos problemas con algunas consonantes más complejas como la “r”.
Cuándo es hora de consultar
Si su hijo va retraso en los aprendizajes esperando según su edad, entonces es necesario que se realice una evaluación fonoaudiológica, para que el profesional evalúe si hay algún trastorno.
También se debe consultar cuando el niño presenta problemas de pronunciación, por ejemplo que los demás no logren entender lo que dice; o si no entiende las instrucciones simples; si respira con la boca abierta, si queda disfónico con frecuencia; si habla gangoso; si presenta tartamudez; y si tiene problemas para masticar y/o tragar al comer.
Tenga presenta que el hecho de que su hijo necesite terapia fonoaudiológica no es grave, lo que sí es grave es que necesitando terapia ésta no se realice, pues dificultará aún más los aprendizajes posteriores.
Razones por las que puede tener un problema de lenguaje
- Que el niño tenga nivel auditivo bajo.
- Que escuche menos o no discrimine adecuadamente los sonidos del lenguaje.
- Que los padres no le nombres o los objetos por su nombre o le permitan comunicarse con gestos o no lo incentiven a pronunciar mejor.
- Que en el menor se prolongue la dieta blanda y, por ende, no tenga la habilidad para manejar la mandíbula.
- Que no se interactúe con el niño.
- Que vean siempre televisión.
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